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Terrazas en la Ría de Avilés
[barCO] ......................................................................

El edificio, ha sido pensado como una terraza sobre el mar, un lugar que se asoma al puerto para ofrecer el espectáculo del horizonte.
Un emplazamiento privilegiado en la Ría de Avilés, con la ciudad a la espalda, un paisaje industrial, entre grúas, los Tinglados de ArcelorMittal, el Centro Cultural construido por Óscar Niemeyer…


La lógica compositiva se vale de acciones morfológicas que transforman los edificios en topografía o el suelo en edificio, generando una nueva topografía artificial, tan real como la natural. Plegar, doblar, estirar, ondular, alabear, torcer y/o retorcer
Observar el lugar, topografía de colinas suaves y pliegues. Descubrir un bar o una pequeña sala de exposiciones bajo la cubierta, cueva-mirador abierta al paisaje, grieta rasgada en la topografía de colinas suaves.

 

Nos encontramos con un paseo marítimo plano, sin ningún tipo de topografía o referente. Planteamos un “chiringuito” que emerge del suelo, sobre el que se puede caminar, descansar, pensar, esperar, vivir, a través del cual se puede subir y ver el mar.
Una ola, una duna habitable, que puede ser mucho más que una cafetería-restaurante, un chiringuito que puede transformarse en sala de exposiciones, en tienda, en puesto de información turística, etc…
Un nuevo elemento que dialoga con la ciudad, con el mar, con la ría, con el nuevo Centro Cultural construido por Óscar Niemeyer.
La repetición de este elemento a lo largo del paseo, crea una nueva topografía artificial que emerge de la horizontal.

“Papá vamos al barCO
“Nos vemos a las ocho en el barCO
“Desayunamos en la cubierta del barCO
“Qué bien, hoy cenamos en el barCO